sábado, 6 de julio de 2013

SIN PORTERÍAS

No hay forma de marcar goles

Imagina que estás viendo un partido de la Copa del Mundo entre los Estados Unidos y Brasil en el que nadie se haya molestado en poner las porterías a los dos extremos del campo. Los equipos podrían luchar por tomar posesión de la pelota, pero entonces, ¿Qué harían? No tendrían ninguna meta hacia dónde tirar. No habría forma de marcar los goles y no habría forma de evaluar su progreso.

Muchos creyentes corren alrededor del campo de la vida cristiana con la misma confusión porque no saben cuál es la meta de la vida cristiana. Pero Dios nos ha dado una meta muy clara hacia donde apuntar – la semejanza  a su Hijo, Jesucristo. Cristo es el ejemplo de cómo puede ser un hombre cuando está enteramente controlado por el Espíritu Santo y está en perfecta comunión con Dios. El resultado es que el creyente se parece más y más a Cristo es “cristiano maduro”.

¿Y AHORA, QUIÉN PODRÁ AYUDARNOS?
El Espíritu Santo! Él no es alguna influencia o poder místico o cósmico. Es una de las tres personas de la deidad y su chamba es transformar nuestras vidas para ser como Cristo por medio de la santificación.

El Espíritu Santo vive dentro de cada creyente, y por medio de su voz, seremos más como Cristo y luego poco a poco empezaremos a mostrar los resultados de su trabajo en nuestras vidas (frutos del Espíritu).

ORACIÓN

Señor Jesús, ayúdame a tener una meta y que ésta sea ser a semejanza tuya. Espíritu Santo, haz tu obra de santificación en mí y a mostrar tus frutos. Amén.