domingo, 17 de marzo de 2013

Excusas y MÁS Excusas (II Parte)

EXCUSAS Y MÁS EXCUSAS 
(II Parte)
EVANGELISMO RELACIONAL
Muchos cristianos quieren que los perdidos simplemente observen su vida y vean cuánto aman a Jesús y los inconversos deben ‘deducir’ que ellos deben amar a Dios de la misma manera.

Si la gente te está observando, ¿A quién estás mostrando, a Dios o a ti mismo? Ellos no tienen forma de saber por qué eres tan buena persona, de manera que estás mostrando tu propia vida y no la de Cristo.

Una vez que te identificas como cristiano, todos los que no son cristianos estarán observando todo lo que haces. Les encanta ver a tropezar a los creyentes. Así que ellos están al tanto de cada mínima actitud contradictoria. ¿Estás seguro de querer testificar solamente con tus acciones? Yo definitivamente no lo deseo, porque hay veces en las que mi comportamiento no refleja adecuadamente a mi Salvador.

Cuando preguntamos a las personas cómo es que habían sido salvos, su respuesta es: “Mis padres me guiaron a Cristo”. “Escuché una prédica en la Iglesia”. “Un amigo me guió a Cristo”. A cada uno de ustedes alguien verbalmente les habló de Jesús. Sin embargo, ¿ustedes quieren inventar una nueva manera de compartir su fe que no requiere palabras?

Romanos 10:13-17: “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fuesen enviados?”

NO SE LO SUFICIENTE
Si saberlo todo fuera un requisito para poder compartir el evangelio, nadie podría hacerlo jamás. Es interesante, pero testificar de Cristo es una de las mejores maneras de aprender más de tu fe. Cuando hablas acerca de Cristo y no puedes responder las preguntas que los inconversos te hacen, vas a la Biblia y a otros libros cristianos en búsqueda de respuesta.

Quizá pienses que no sabes lo suficiente para testificar con confianza, pero considera lo siguiente: Tu eres salvo y las personas con las que hablas no; ¿Quién sabe más en una conversación espiritual? Tú siempre sabrás más que una persona no creyente. Como cristiano, tienes al Espíritu Santo morando en ti para ayudarte a entender la Palabra de Dios (1 Corintios 2:12). Puedes entender verdades espirituales que una persona perdida no puede entender.

NADIE QUERRÁ HABLAR DEL TEMA
En este mundo loco en el que vivimos, la gente siente curiosidad por los eventos de la actualidad e intentan encontrarle sentido a las cosas. Nosotros podemos ayudarles dándoles respuesta a muchas de sus preguntas.

Cuando testificas de forma amorosa, como lo hizo Cristo, a la gente le interesa saber lo que tienes que decir. Asume siempre que la gente sí quiere hablar de la eternidad. Por eso es importante que antes de salir de tu casa por la mañana ores para que el Señor te guíe a las personas durante el día y qué él vaya preparando el corazón del individuo aun antes de comenzar la conversación. ¡De esta manera sabes que ya está listo aun antes de que llegues a él!

NO PUEDO RESPONDER SUS PREGUNTAS
Esta es una gran piedra de tropiezo para muchos. Se preocupan de que se verán tontos si no pueden responder alguna pregunta.
Salmos 14:1: “Dice el necio en su corazón: No hay Dios”.

Necio es aquel que no cree en Dios. Tú no eres necio e ignorante simplemente por no poder responder una pregunta.
Si no se la respuesta a una pregunta, usualmente digo: “Esa es una buena pregunta, y no se la respuesta. ¿Le gustaría saber la respuesta?” La gente por lo general responde “Sí”, porque por algo formularon la pregunta. Entonces pregunto: “Cuál es su e-mail, número telefónico o dirección para que cuando encuentre la respuesta, se la pueda hacer llegar?” Esto me permite darle seguimiento a la persona.

Realmente es de mucho valor para una persona que un cristiano le dé seguimiento. Demuestra cuánto nos importa. Deberíamos desear tanto ver a la gente en el cielo que estaríamos dispuestos a hacer lo que fuera necesario para que conocieran a Jesús (Fin).

*Ahora sabes que no hay excusa permitida para compartir tu fe*

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